En el siglo XIX "Bicycle Face" era un síndrome ficticio que se inventaron para evitar que las mujeres fueran en bicicleta. Hoy queremos celebrar que no lo consiguieron. Y que, gracias a ello, podemos ser testigos de la primera Vuelta Femenina.

Lanzamos Bicycle Face, un proyecto fotográfico que redefine el significado de esta expresión. Porque, para nosotros, Bicycle Face es justamente todo lo contrario: es la cara del empoderamiento femenino sobre dos ruedas, capitaneado por todas las mujeres que hoy compiten en una de las competiciones más exigentes del mundo del ciclismo.

El proyecto

Durante la Vuelta Femenina, que tuvo lugar del 1 al 7 de mayo, Naike Ereñozaga y Laura Ortiz de Zárate, fotógrafas deportivas de referencia en el mundo del ciclismo, sacaron retratos a las ciclistas en plena carrera para mostrar todas las caras de la competición.

Las fotógrafas

Nació y creció en una familia ciclista. Solía estar en los pedales, pero desde 2020 compagina su trabajo como bióloga en una consultoría ambiental con el trabajo como fotógrafa para diferentes eventos deportivos, agencias de fotografía o equipos ciclistas. En 2022 llegó a estar en la lista de finalistas de los Mark Gunther Photo Awards especializados en fotografía de ciclismo. 

Apasionada por la aventura y los lugares remotos, su obsesión es crear increíbles imágenes sin perder el estilo de vida real que caracteriza a cada deportista. Desde 2015 realiza trabajos de fotografía deportiva, especializándose en competiciones extremas. Su trabajo ha recibido menciones especiales en medios internacionales y ha publicado en medios de renombre global.

El contexto

Cuando en el siglo XIX se empezó a popularizar el uso de la bicicleta entre las mujeres, estas pudieron por fin salir solas de su hogar sin tener que pedir a nadie que las llevara. De hecho, la bicicleta se convirtió en un medio popular entre las sufragistas. Esa independencia y esa libertad que la bicicleta otorgaba a las mujeres incomodó a algunos sectores de la sociedad que intentaron impedirlo a toda costa, hasta el punto de inventarse una enfermedad ficticia. 

Más sobre el síndrome ficticio Bicycle Face

Inventarse una enfermedad era una manera de infundir el miedo entre las mujeres que usaban la bicicleta. Por supuesto, el síndrome solo afectaba a las mujeres. Supuestamente povocaba síntomas tanto físicos como psicológicos:

  • Aparición de ojeras
  • Masculinización irreversible de los rasgos
  • Cansancio
  • Insomnio
  • Dolores de cabeza
  • Depresión
  • Deformidades en el feto
  • Incapacidad para amamantar