UN ENTORNO SALUDABLE
Nadie puede poner en duda los beneficios medioambientales de la movilidad eléctrica: reduce la dependencia de combustibles fósiles y contamina menos el aire en nuestros desplazamientos. Además, en las ciudades con mayores concentraciones de coches eléctricos, la gente disfruta de niveles de contaminación acústica muy inferiores.